Numerosos compañeros y compañeras de CCOO hemos publicado este manifiesto que además constituye la base fundacional de este blog. Somos muchos y muchas los y las militantes de CCOO que no suscribimos este pacto global. Adhiérete a él para juntar las voces combativas de nuestro sindicato. Para ello escríbenos a noennuestronombre2011@gmail.com poniendo nombre, apellidos, federación y territorio (también resposabilidad si la tienes).
NO EN NUESTRO NOMBRE. NOSOTR@S NO FIRMAMOS
A la opinión pública, a l@s afiliad@s de CCOO, al Consejo Confederal y a la Ejecutiva Confederal.
L@s abajo firmantes, miembros de Comisiones Obreras, de diferentes sectores, sindicatos y territorios, queremos manifestar nuestro ROTUNDO DESACUERDO con la decisión del Consejo Confederal del pasado 2 de febrero de firmar un pacto social con el gobierno y la patronal.
1.- Porque significa ACEPTAR RECORTES durísimos en el sistema público de pensiones, que supondrán claramente una disminución de la cuantía y mayores dificultades de acceso a una pensión, para grandes sectores de asalariad@s, pero sobre todo los más desprotegidos : precari@s, jóvenes y mujeres.
2.- Hace a CCOO CORRESPONSABLE de la política de recorte laborales y sociales del gobierno de R. Zapatero y contribuye a aumentar el descrédito y la falta de credibilidad de los sindicatos firmantes, base de futuras campañas contra los sindicatos y el sindicalismo. El pacto, refuerza además, a un gobierno que actúa al dictado de los mercados, y que es el impulsor del mayor ataque a los derechos sociales y laborales de l@s asalariad@s, desde el final de la transición.
3.- La firma es una DERROTA sin lucha, un fraude a las expectativas de resistir y enfrentar las medidas anunciadas por el gobierno, creadas por el 29-S. Abandonar la confrontación con el gobierno, firmando un pacto como éste, es una burla cruel para tod@s aquell@s sindicalistas y activistas que trabajamos por el éxito de la HG de septiembre y de toda la gente que ese día salió a la calle. El pacto hipoteca gravemente la capacidad de movilización de l@s asalariad@s ante cualquier nueva agresión.
4.- Es un GRAVE ERROR estratégico, porque instaura la PAZ SOCIAL cuando el capital y los gobiernos a su servicio han declarado la GUERRA SOCIAL a la gente trabajadora. El objetivo explicito del pacto, según Lezcano, es “ enviar un mensaje nítido a los mercados “. Pero el mensaje que recogen los mercados es que se deja de luchar, un mensaje de debilidad sindical. Al desmovilizar a cambio de casi nada y tragando con el grueso de la propuesta de reforma de las pensiones del gobierno, se crean las condiciones para nuevas agresiones : nada garantiza que ante una nueva exigencia de los mercados el gobierno no ponga en marcha nuevas reformas. El pacto debilita seriamente las posibilidades abiertas por la huelga general para la reconstrucción de la capacidad de movilización y resistencia social, necesaria para enfrentar con posibilidades de éxito la crisis capitalista.
5.- Es una decisión POCO DEMOCRÁTICA, porque un acuerdo de esta naturaleza debe ser objeto del más amplio y democrático debate en todas las instancias de nuestra organización y no el resultado de un proceso de negociación oscurantista y casi secreto, aprobado además deprisa y corriendo por la cúpula del sindicato.
6.- ERA POSIBLE OTRO CAMINO. Quienes defienden el pacto argumentan que era la única alternativa posible, que las dificultades para movilizar (incluyendo las reticencias de UGT a continuar la confrontación con el gobierno ) impedían frenar las medidas del gobierno con la movilización y que el pacto es el mal menor.
Semejantes argumentos ocultan la verdadera razón del acuerdo: la desorientación de la dirección confederal, desde el 29-S y el vértigo a sostener con firmeza la confrontación con el gobierno.
Era preciso no dejar “enfriar” la situación tras la HG, mirar hacia la izquierda y dirigirse también a los sindicatos y movimientos sociales que apoyaron la huelga del 29, y proponerles un calendario de acciones. Era necesario un discurso claro contra las reformas neoliberales, levantando un conjunto de reivindicaciones mínimas, que protegiese a los sectores mas golpeados por la crisis.
Era necesario un gran acuerdo, sí, pero con l@s de abajo, organizaciones sociales, políticas y sindicales, para poner en pie un plan de movilizaciones sostenido en el tiempo, para enfrentar las reformas del gobierno en una pelea de largo aliento.
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