martes, 13 de septiembre de 2011

Profes en pie de guerra, tres días de huelga a la semana hasta la victoria

Sam Robson
En lucha / En lluita

Las y los profesores de Madrid estamos en pie de guerra. La Comunidad de Madrid ha lanzado un ataque frontal contra la enseñanza pública en la región y han descubierto que estamos dispuestos a luchar para defender una educación de calidad, gratuita para todos y todas.

El miércoles pasado miles de personas de la comunidad educativa salieron a la calle en una concentración enérgica y ruidosa frente la Consejería de Educación. El jueves se acordó en una asamblea de sindicatos y delegados de asambleas de distintas zonas de la región, una huelga de tres días para el 20, 21, 22 de septiembre con la intención de seguir de manera indefinida si la Comunidad no se rinde.

Los recortes significan, entre muchas cosas, la pérdida de 3.000 profesores y profesoras (cuando ya se perdieron 2.000 puestos de trabajo el curso pasado), la eliminación de muchas clases de apoyo, desdobles, servicios de orientación, clases de educación compensatoria, talleres (¡de los pocos que nos quedaron!) y un aumento en el número de profesores dando asignaturas que no son su especialidad. Pero cuando se ponen en el contexto más general, se ve claramente cuál es el objetivo del Gobierno regional.

Entre 2006-2010 la comunidad gastó un 42% menos en la enseñanza pública y un 11% en la privada, dejando a Madrid como la Comunidad que menos gasta no solamente en el Estado sino en todo el continente (2,46% frente la media Europea de un 5,5% del PIB). En los últimos 10 años se han construido 292 nuevos centros públicos frente a 728 privados. Ya menos de la mitad del alumnado madrileño asiste a un centro público, mientras en la zona Capital la cifra baja a un 35% y en algunos barrios incluso menos (el de Salamanca por ejemplo, donde solo un 15% recibe sus clases en un centro público).

Sabemos también que mientras la Comunidad recorta lo público, se dejan de recaudar 90 millones de euros cada año gracias a las deducciones fiscales en la renta para quien mandan a sus hijos o hijas a un centro privado, una cantidad que se aumentó en 2010 con la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas.

Respuesta contundente y asamblearia

Está claro que el proyecto es dejar que el sector público acabe en nada más que unos centros guetos. Ésta es la realidad que ha provocado la respuesta tan contundente por parte del profesorado que estamos viendo. Es una cosa de vida o muerte.

Pero tan interesante como la respuesta en sí es la historia de como hemos llegado a acordarla. En el verano hubo tres asambleas enormes de profesores y profesoras, la más grande siendo la del 31 de agosto en la que participaron 2.000 personas. En esta asamblea los sindicatos (CCOO, UGT, STEM, CSIF, ANPE) presentaron una propuesta de movilizaciones de distintos tipos incluyendo una huelga el día 14 (primer día de curso en secundaria) y después otra asamblea el día 19. Dada la falta de liberados sindicales, los propios sindicatos hicieron hincapié en la necesidad de organizar asambleas en todos los centros para conseguir apoyo para las movilizaciones y consultar si había apoyo para la huelga –algo muy positivo y claramente influenciado por el movimiento 15M. Sin embargo la asamblea quería ir más lejos y no estaba por seguir los pasos de los sindicatos sino que se insistió varias veces en que tenía que ser al revés. Por tanto se quedó en que habría asambleas de centros antes del día 7, para hacer asambleas de zonas ese día y hacer el viernes día 9, una asamblea de delegados de todas las zonas con los sindicatos. Así sucedió y ha habido decenas de asambleas por toda la comunidad en las que habrán participado miles de profesores y profesoras.

Queremos una huelga de verdad

Lo que iba saliendo en asamblea tras asamblea era el rechazo fuerte a huelgas de un día y apoyo abrumador a la huelga indefinida, siendo la opción más apoyada la de tres día a la semana combinado con huelga de estudiantes los otros dos días. Se rechazó totalmente en muchas asambleas también la huelga del día 14, ofreciendo la posibilidad de hacer un primer contacto con estudiantes y familias para explicarles los motivos de la huelga y ganar su apoyo.

Sin embargo, para gran sorpresa nuestra, la huelga del día 14 fue convocado públicamente por los sindicatos el día 8, es decir el día antes de consultar con los delegados de zonas. Como era de suponer en la asamblea de zonas de ayer los representantes sindicales no podían evitar un fuerte tirón de orejas. A pesar de todo su esfuerzo, tampoco pudieron imponer la huelga el día 14, que al final será una día de lucha sin huelga. La huelgas empezarán con tres días a la semana y ya están programados encierros para la siguiente semana en todos los centros donde sea posible.

Se han dado unos pasos importantes hacia una lucha que puede ganar una batalla decisiva para el futuro de la enseñanza pública. Se ha mostrado que las y los trabajadores bien organizados desde las bases tienen una fuerza colectiva para mover los sindicatos y conseguir que respondan a nuestras demandas. Ahora nos toca trabajar para convertir lo potencial en realidad. Organizarnos, convencer a las y los que todavía no se han animado, llegar a las familias, convertir nuestros colegios e institutos en centros de lucha. Y todo esto sin miedo.

Sam Robson es profesor en la Comunidad de Madrid y militante de En lucha / En lluita

http://www.enlucha.org/site/?q=node/16366

martes, 6 de septiembre de 2011

TODO MENOS LLORAR POR LOS RINCONES

Algunas ideas sobre estrategia para la lucha por la educación pública


Por criticcoos

Las Instrucciones de la consejería de educación de la Comunidad de Madrid para el curso 2011-2012 suponen un aumento de la jornada lectiva del profesorado de secundaria de la enseñanza pública de 2 horas semanales (80 lectivas más al año, con la preparación y las correcciones y con otros 30 alumnos más), dejar en la calle a unos 3.000 profesores/as interinos, el desplazamiento de centenares de funcionarios como consecuencia de lo anterior, y el debilitamiento de las tutorías de grupo que vienen funcionando muy racionalmente en los institutos.

Todas estas medidas son un ataque a los servicios públicos y se sitúan en la línea privatizadora que mantiene el gobierno de Esperanza Aguirre desde hace años (privatización de la educación infantil, desmantelamiento de la formación, ataques a los Equipos de Orientación, Escuelas de Adultos, Aulas de Enlace …) y golpea al profesorado, figura básica en el proceso de enseñanza-aprendizaje. El resultado, de imponerse las instrucciones, sería un deterioro en la calidad educativa, un aumento del fracaso escolar y un retroceso del espacio de la educación pública.

Dicen que las medidas son para ahorrar, pero no es cierto que no haya dinero. Se lo gastan en otras cosas por una decisión política e ideológica. Por ejemplo, sí hay dinero para que se desgraven del IRPF 90 millones de euros las familias que llevan a sus hijos a la privada; para aumentar los recursos económicos y dar un trato privilegiado a los centros concertados; se derrocha en la JMJ y en la aventura de los Juegos Olímpicos; se pretende crear una policía autonómica como guardia de corps de Esperanza Aguirre, tan innecesaria como mantener el medio de desinformación masiva que es Telemadrid.

Ante el ataque el profesorado empezó a movilizarse este mismo verano y tras las masivas asambleas de julio en los IES Beatriz Galindo y San Isidro, el 31 de agosto se celebró una gran asamblea del profesorado en el auditorio Marcelino Camacho de CCOO. He dejado pasar 24 horas para valorarla más objetivamente y tras una primera toma de contacto con mi instituto el primer día de exámenes de septiembre, me atrevo a escribir estas notas, que algunas compañeras y compañeros me pidieron que hiciera al final de la asamblea.

Creo que la asamblea tuvo varios aspectos muy positivos, la gran asistencia (éramos más de 2000 profesoras y profesores, entre las asambleas de dentro y de la calle) y la gran determinación y combatividad entre los asistentes. También la repercusión en los medios, que no pueden ignorar el conflicto. Pero hay que decir que nos dejó mal sabor de boca que no estuviéramos todos juntos, la reiteración de actitudes que rescataban viejos demonios antisindicales y que impedían sumar y actuar con confianza entre todos, y el tumultuoso cierre que a profesionales como nosotros nos podría recordar una clase mal llevada, con muchos niños sobrados e indisciplinados. Se concluyó con los aspectos de mínimos que más o menos fuimos capaces de concretar: llevar el debate y la consulta a los centros, nueva asamblea y afinar en el argumentario para ganar apoyos entre el profesorado y en la sociedad.

Sinceramente vi un gran espíritu de lucha en la mayoría del profesorado asistente y determinación en los sindicatos de convocar movilizaciones, algo que me alegra y que hay que reforzar, sin decirles a cada rato: nos vais a traicionar, algo que en estos momentos me parece injusto, gratuito, nos debilita y contribuye a crear un pésimo clima entre todos los que tenemos que defender a la educación pública. Por ello plantee que tenemos la obligación de hablar muy claro, sin regalarnos los oídos, porque esta es una lucha que no podemos perder. Y que se tenían que dar tres condiciones para afrontar con garantías de éxito la batalla contra este brutal ataque a la enseñanza pública secundaria de la CAM y en defensa de toda la escuela pública: firmeza, unidad e inteligencia.

1. Firmeza: la movilización tiene que estar a la altura de la agresión
Empezando por la firmeza en el rechazo de los recortes y que sea explicitada por el profesorado directamente afectado. La escuela pública de la CAM ya sufrió el curso pasado una disminución de sus plantillas del orden de los 2.000 profesores/as, suprimiéndose desdobles, reduciéndose la atención a la diversidad, aumentando la jornada en algunos casos y reduciéndose el tiempo para tutorías y jefaturas de departamento. Las nuevas instrucciones profundizan en el terreno de la agresión a la enseñanza pública y nadie que no mienta puede decir que la calidad educativa no se va a resentir si en dos años desaparecen de las aulas más de 5.000 profesores/as para el mismo volumen de alumnado.

Firmeza para situar como objetivos básicos e irrenunciables la exigencia de negociación y consulta con el profesorado de toda medida que le afecte, así como la retirada de las instrucciones, evitando la táctica de la consejería del regateo para dejar el recorte de plantillas del 10-12% en el 8-10% o darnos pequeñas propinas económicas y que encima parezca que nos hace un favor. Tiene que haber un conflicto y éste debe de ser proporcional al nivel de la agresión. Frente a ella, es evidente que no vale un día de huelga para dejar testimonio de nuestro rechazo y malestar. Tampoco una huelga que tuviera poco seguimiento aunque (o porque) se pretenda de larga duración, que nos agote ante de tiempo y deje las manos libres a la consejería para imponer sus planes y seguir golpeando a la escuela pública.

Es necesario prepararse para una lucha larga, para mantener en el tiempo una movilización sostenida hasta el logro de los objetivos. Hay que impulsar un proceso intenso con el ánimo de ganar la pelea, no para calmar ninguna mala conciencia. Hay que estar dispuestos a invertir en esta lucha para poder evitar un mayor deterioro de la enseñanza y un retroceso continuo de nuestros derechos. Ante un ataque de esta magnitud, la movilización debe ser todo lo contundente y masiva que seamos capaces de organizar. El único límite a la movilización es que no la siga el profesorado de forma masiva.

Firmeza, por último, para resistir las presiones que los equipos directivos y profesorado vamos a recibir desde la consejería y de las DAT para intentar pinchar las protestas y conseguir que arranque el curso con su “normalidad”. También las que puede recibir el profesorado de determinados equipos directivos en la misma línea

2. Unidad: unidos se gana o se pierde menos, divididos se pierde siempre
Es tan claro lo anterior que la unidad debe de ser la apuesta prioritaria. Unidad en los objetivos, en la propuesta y en la movilización. Y ello pasa por construir una plataforma de mínimos irrenunciables, consensuada por todos. También por proponer de común acuerdo las acciones e iniciativas movilizadoras con la suficiente contundencia para conseguir los objetivos.

Unidad de todos los sindicatos en torno a un planteamiento de movilización, tanto de los que están en la junta de personal como los que no, sean más progresistas o más corporativos, necesitamos el concurso de todos. De las Plataformas locales por la Escuela Pública y de los movimientos progresistas como el 15-M, que también tiene que decir y aportar en esta lucha. De unidad de todos los niveles y colectivos de la educación, si bien ahora el ataque principal es la enseñanza secundaria.

Pero sobre todo unidad del profesorado. Y la clave para ello es aunar a todo el colectivo en torno al objetivo de defensa de la enseñanza pública. Para ello hay que aproximar las dos dinámicas ahora existentes; la de las asamblea masivas, mucho más encendida y con más recorrido en el debate y en la conciencia de la situación, y la de los centros, más relajada y con los deberes por hacer. Esta situación exige prudencia, respeto por los ritmos y un gran esfuerzo de debate, convencimiento y suma de fuerzas para que no se produzca una escisión del colectivo.


Cualquier profesor/a, independientemente de su ideología, preferencia política, voto partidario debería coincidir en este minimo minimorum de “Escuela Pública de tod@s y para tod@s” como simbolizan las verdes camisetas de Vallecas. Esta unidad solo es posible conseguirla con una práctica muy participativa, con las consultas permanentes a los claustros, con un sistema de funcionamiento asambleario, con una estructura organizativa democrática desde abajo y que culmine en una Asamblea General de Centros Públicos y en una Coordinadora de representantes de las zonas donde también estén los sindicatos que apoyan las movilizaciones y que combine representatividad y operatividad. Además de mucha paciencia en los debates, ausencia de sectarismos y máxima búsqueda de consenso. Unidad, también, para dar salida al conflicto, consultando para ello al profesorado que participe en las movilizaciones.

Unidad, por último, pero la de mayor importancia de toda la comunidad educativa: familias, profesorado y alumnado. No se trata de que las familias apoyen al profesorado, sino de que sean ellas las que se movilicen en defensa de una escuela de calidad para sus hijos e hijas, y luchen codo a codo con el profesorado. También el alumnado debe de buscar las fórmulas de su participación por los mismos objetivos generales, a través de sus organizaciones representativas y desde los mismos centros.

Una manera de trabajar la unidad y la participación puede ser someter a una rápida y general consulta-referéndum al profesorado de secundaria la primera semana de septiembre con preguntas muy sencillas: 1º. Estás de acuerdo o en contra de las instrucciones de principio de curso 2011-2012 para los centros público docentes no universitarios, de fecha 4 de julio de 2011? SI/NO; 2º. ¿Estás dispuesto a movilizarte para su retirada y en defensa de la Escuela Pública? SI/NO; 3º. ¿Qué tipo de movilización te parece más adecuada? HUELGA/ MANIFESTACIONES/ OTRAS, y aquí se debe de abrir el debate sobre el tipo d huelga . La respuesta que dé el profesorado a la primera pregunta no es baladí: dejar constancia de un amplísimo rechazo a las instrucciones nos cargaría de razón y dejaría sin argumentos a una consejería que siempre intenta desautorizar las movilizaciones hablando de baja participación y a la que le sobra cara para decir que el profesorado está de acuerdo con el esfuerzo. Las respuestas a las otras preguntas permiten abrir un rico debate en los centros y darían una radiografía sobre el estado de indignación y de compromiso del profesorado para movilizarse, sobre las formas concretas que debería de adoptar la movilización, además del protagonismo que se cede a los sujetos activos de la lucha. Y, por último, obliga y compromete a los sindicatos, a las plataformas, a los claustros y asambleas de profesores a organizar la consulta para llegar a todos los centros, desarrollar el debate y respetar los acuerdos.

3. Inteligencia colectiva, como factor de enriquecimiento de la lucha
Inteligencia para construir un discurso que se gane a la opinión pública sobre la justeza de las reivindicaciones del profesorado. Que sitúe las causas del conflicto, situando la calidad educativa y los despidos (pues no son otra cosa) de miles de profesores y profesoras competentes como los puntos principales. Que explique que en España según los últimos datos PISA hay tres veces más alumnos por aula que en los países de cabeza; que el sueldo de un profesor es la mitad que en países como Alemania, Reino Unido y Francia; o que mientras que en Finlandia la autoridad hacia los profesores es algo sagrado, aquí Aguirre y Figar les denigran, desautorizan y prácticamente les llaman vagos. También es necesaria una campaña de información permanente para convencer a la sociedad de la necesidad de que la salida de la crisis se haga priorizando mayor inversión en educación para reducir el fracaso escolar.

Inteligencia colectiva es gestionar bien la participación en las asambleas a todos los niveles, las propuestas y medidas que surjan, la creatividad del movimiento, etc. Creo que también se expresa en ámbitos de encuentro como determinados foros como el de la DAT Sur, ejemplo de debate abierto, de creación de iniciativas imaginativas, para resolver dudas, darse apoyo mutuo y mantener el ánimo.

Desmontando la demagogia de utilizar a los empleados públicos, y más en concreto al profesorado, como el chivo expiatorio de sus agresiones, utilizando estereotipos e imágenes absolutamente injustas sobre la cantidad y la calidad de nuestro trabajo. En la asamblea alguien apuntó el dato de que según la UNESCO una hora de trabajo de profesor equivale a 3 horas de otros tipos de trabajo; en cualquier caso, es obvia la gran responsabilidad laboral y social que tiene educar y enseñar al alumnado de treinta en treinta.

Para sumar aliados: familias, estudiantes, otros sectores sociales, laborales y políticos. Explicando las consecuencias prácticas de los recortes en la calidad docente: retroceso en las tutorías, menos profesores para educar a sus hijos, educación menos personalizada y con menor atención a la diversidad por los escasos recursos, más dificultades para las actividades extraescolares, menos entrevistas con las familias, etc.

Y, muy especialmente, inteligencia para planificar las movilizaciones de tal manera que se minimice el coste económico y personal y se optimice la repercusión social. Hay que evaluar la potencialidad de movilización realmente existente para usarla a lo largo del primer trimestre del curso y mantener el conflicto vivo y abierto hasta conseguir los objetivos, evitando que se agote rápidamente.

En la asamblea salieron varias propuestas de huelga: un día (14-S) y evaluar y seguir convocando, indefinida, de martes-miércoles y jueves… Entiendo que planteen mayor dureza en la movilización los compañeras/os interinas/os, por lo general grandes profesionales muy preparados e infravalorados, que son imprescindibles para el funcionamiento del sistema educativo y que tienen el valor de seguir peleando por este oficio por pura vocación tras varias oposiciones aprobadas; los valoro y respeto tanto que muchas veces digo que es preferible un interino entusiasta que un funcionario amargado. Por ello puedo comprender que digan: pelear por nosotros todo lo que podáis, que nos hemos dejado la piel en la aulas codo con codo, no nos dejéis tirados, no es justo. También respeto la posición de compañeros/as que honestamente defienden, por ejemplo, la huelga indefinida por considerar que es la mejor vía. Entiendo bastante menos esta postura cuando tiene sesgos partidarios, de competencia interorganizaciones o de tonto protagonismo para aparecer más puros que nadie. Respeto la libre opinión, la buena voluntad o la ingenuidad, pero no me gustan nada los pescadores en río revuelto.

Pero no estamos ante una cuestión de voluntarismo, sino de eficacia. En mi opinión, la regla a seguir debe de ser: la más intensa movilización que seamos capaces de realizar, asegurando la participación más masiva posible. Y, desgraciadamente, suele darse una relación inversamente proporcional entre ambición de la movilización y amplitud de su seguimiento. Ello no aconseja situaciones del tipo: huelga indefinida con bajo porcentaje de seguimiento, queman en pocos días el movimiento y el proceso de lucha y porque por ello son poco eficaces. Yo no estoy por principios en contra de la huelga indefinida, estoy en contra de que seamos pocos los que la secundemos, porque de ser así se convierte en un error. Temo las consecuencias de que se plantee sin un gran trabajo previo de convencimiento y de gradualidad, de que se agote el conflicto a las primeras de cambio, de que podamos ser derrotados rápidamente, de que no podamos unir nuestras fuerzas a otras comunidades autónomas en una lucha común contra los recortes (Galicia, Castilla La Mancha, Navarra…). Dicho de otra manera, y espero que se entienda el símil, si en una partida de cartas uno gasta sus triunfos en las primeras manos y son poco eficaces porque te los pisa el contrario, antes de que acabe la partida ya la hemos perdido. Lo que hay que calcular (y trabajarse también) son los triunfos que tenemos en esta lucha y que los juguemos sabiamente y con la cabeza fría.


Dosificando nuestras fuerzas, por ejemplo, estableciendo una cadencia de acciones semanales coordinadas en todos los centros de secundaria: cada semana debe de tener su afán y la coordinación le da más impulso colectivo y más repercusión mediática. Por ejemplo, semana de la consulta-referéndum, semana de divulgación de las reivindicaciones (decoración del exterior de los centros con pancartas, fotos de los profesores que faltan, reparto de octavillas a los vecinos, etc.), semana de la convocatoria y asambleas con las familias, semana con huelga, semana de constitución en asamblea permanente en los centros de toda la comunidad educativa (algo así como “Nos desvelamos por la Escuela Pública”), semana de huelga a la japonesa con acciones que demuestren que el problema no es el aumento de la jornada sino la pérdida de miles de empleo y las consecuencias negativas en la calidad educativa (clases por la tarde, en las plazas de los barrios y pueblos, sábado de centros abiertos, etc.), semana de grandes manifestaciones en las calles, nueva semana de huelga esta vez de estudiantes, nueva huelga del profesorado, etc. Dando un especial protagonismo y coordinación al colectivo de interinos que se queda en la calle y al más de un millar de profesorado de expectativa sin nombrar aún para sus destinos.


Inteligencia para situar el conflicto contra los recortes en la educación pública madrileña (y en otras comunidades autónomas) en el debate de la campaña electoral del 20 de noviembre. Los diferentes partidos deberían pronunciarse, especialmente el PP ya que son ellos los responsables de lo que pasa en Madrid. Parecía que Rajoy intentaba presentar una imagen de moderación en la campaña electoral, no hablando de recortes sociales y sin desvelar los aspectos más cortantes de su futura política. Pero debería de explicar por qué su partido en Madrid realiza una cruzada contra la enseñanza pública ensimismado en el bucle de su propia intransigencia neoliberal

Ganar las elecciones no da patente de corso para desmantelar los servicios públicos; mucho menos cuando en las campañas electorales se comprometen y hablan de mejorar el reconocimiento social del profesorado, algo que está en las antípodas de los despidos masivos, el recorte de derechos y la selección negativa del alumnado con dificultades para los centros públicos. Es más, si Rajoy se convence de que las medidas del PP de Madrid le perjudican electoralmente, presionará para que sea retiradas unas instrucciones que han desencadenado un importante conflicto social. Si en algo son sensibles lo políticos es a la intención de voto y éste es un campo no desdeñable si queremos ganar la pelea en defensa de la enseñanza pública en Madrid. Trasladando la preocupación al profesorado del resto del Estado por las políticas educativas que puede aplicar el PP si gana las elecciones y permite las actuales agresiones en la comunidad de Madrid, Castilla La Mancha, Galicia, etc.

Pero para ello hay mantener vivo y abierto en el tiempo el conflicto, sin que se agote la capacidad de movilización del profesorado y de la comunidad educativa en la primera semana del curso. Y la movilización debe de ser gradual en el planteamiento. Considero que la primera huelga de septiembre debería ser un día totalmente lectivo (mejor el 15 o el 20 que el 14 de septiembre, que podría ser una Jornada de Protesta contra los Recortes y en Defensa de la Escuela Pública, hablando los tutores con el alumnado y dándoles información para sus padres sobre lo que está sucediendo); las huelgas hay que hacerlas cuando el alumnado está en clase y el profesorado en sus puestos de trabajo, más que por el impacto mediático. Primero debería de ser en Secundaría por la retirada de las instrucciones, que es donde hay más agresión, indignación y posibilidades hay. Posteriormente debería de organizarse la movilización de forma unitaria con todo el profesorado madrileño de la educación pública no universitaria. Y lo antes posible habría que organizar la confluencia en la movilización con el profesorado manchego, gallego, navarro, etc., convocando a una huelga estatal del profesorado, en torno al mes de noviembre.

4. Ausencia de sectarismo y construcción de una dinámica de confianza
Por último, quiero referirme a los peligros que existen para el éxito de la movilización. Es normal que Aguirre o la consejería anuncie que no piensan retirar las instrucciones, que diga que son irreversibles para comernos la moral y que intente dar sus “argumentos” para manipular a la opinión pública y hacer política neoliberal anti sector público y desacreditar a los empleados públicos. Aunque nos irrite, es su papel y no debe de sorprendernos. Ya veremos si cambia o no su posición ante una lucha masiva y bien planteada, porque esta agresividad que manifiestan hacia el profesorado indican su preocupación porque ven que no les van a salir gratis las agresiones. Creo que el problema no está ahí.

El principal riesgo, en mi opinión es que nosotros mismos echemos a perder las posibilidades que tenemos de ganar esta lucha si no nos vacunamos de varios aspectos negativos que aparecen frecuentemente en estos procesos: el sectarismo, los intentos de manipulación y el falso radicalismo.

Pongo algunos ejemplos. Creo que no es de recibo el ataque permanente a los sindicatos, generando desconfianza y división; no me han gustado la intervenciones en la asamblea de algunas personas con un sectarismo gratuito, alejado de los principios de tolerancia, inclusividad y pluralidad que, por ejemplo, han informado al 15-M; tampoco me gusta la patética visceralidad de alguna plataforma que si no divide al colectivo es porque no puede; no me gusta el excesivo protagonismo que tienen las estructuras sindicales en la Plataforma Regional por la Escuela Pública; no tenía sentido seguir insistiendo en la huelga el 1 y 2 de septiembre cuando no había consenso, no se podía debatir en agosto con todo el profesorado y nos dividía en temas como qué hacer con el alumnado de 2º de bachillerato.

Creo, que para evitar estas situaciones que debilitan al movimiento hay que trabajarse la actitud y el método. Construir una dinámica de confianza entre nosotros con mucha paciencia de todos y de todas. Desarrollar un espíritu unitario y constructivo, reconociendo las diferencias que pudieran existir e intentando integrarlas a través de la síntesis y el sentido común. Siendo capaces de organizar el debate desde el respeto y no desde la descalificación, buscando sumar y no restar. También hay que acertar con el método de debate, de dirección del proceso y de toma de decisiones, basado en los controles democráticos y en la amplia participación.

La unidad es nuestra fuerza y quién la ataque debilita nuestra lucha. Por ello habría que rechazar posturas que no aporten, que dividan y metan cizaña entre el profesorado No son de recibo las actitudes que no se ajusten a las normas más elementales de respeto y de coexistencia pacífica y constructiva, por un intento de competir o por la existencia de viejos fantasmas.

Creo firmemente que tenemos algunas buenas bazas (la rabia, el espíritu de lucha, la posibilidad de nuestra unidad) para ganar esta batalla, pero también tenemos riegos de perderla si no la planteamos como una lucha larga, no somos muy finos en los planteamientos y no estamos muy unidos. No olvidemos que se puede llorar por los rincones por no movilizarnos o por no hacerlo bien y ser derrotados.

Claro que las huelgas no están garantizadas en sus resultados, como no lo está que toque la lotería. Si luchamos podemos perder, pero si no luchamos estamos perdidos. La lucha es por razones justas y por ello siempre merece la pena, porque no se nos olvide: lo peor no es la injusticia sino la falta de indignación. Va a ser compleja la situación de este otoño y la consejería anuncia que no va a retroceder, pero tengo la convicción de que si sabemos actuar con inteligencia, aunque no va a ser sencillo, podemos ganar.

(*) El autor es profesor de Secundaria de Vallecas y miembro de CCOO

lunes, 5 de septiembre de 2011

MANIFESTACIÓN CONTRA LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN. 6 de septiembre, a las 19 horas, entre Cibeles y Sol




30.08.2011.- Las organizaciones sociales y sindicales, reunidos esta mañana en la sede de CCOO para estudiar acciones contra la reforma de la Constitución que establece un límite de déficit, y para exigir la convocatoria de un referéndum, han decidido realizar concentraciones los días 31 de agosto y 1 de septiembre en distintas localidades del país, víspera de la discusión en el Congreso de la iniciativa pactada por PSOE y PP.


Manifestación 6 de Septiembre entre Cibeles y Sol

Asimismo, han acordado apoyar las demás concentraciones y movilizaciones que se convoquen estos días -en particular la recogida electrónica de firmas-, y celebrar una manifestación en Madrid el día 6 de septiembre, a las 19h, entre Cibeles y Sol, antes del debate en el Senado.

A la reunión han asistido CCOO, UGT, USO, Paz con Dignidad, Consejo de la Juventud de España, Sindicato de Estudiantes, Paz Ahora, Confederación Intersindical, Habitáfrica, Coordinadora de ONGs para el Desarrollo (CONGDE), Plataforma 2015 y +, Asamblea de Cooperación por la Paz, Socialismo 21, Adicae, Comisión Promotora de las Mesas Ciudadanas para la Convergencia y la Acción .


Los asistentes han hecho pública una declaración en la que explican las razones por las que rechazan la reforma de la Constitución, que ataca los intereses de los trabajadores, supone una grave limitación al autogobierno de las diferentes AAPP, y constituye una amenaza para las prestaciones e instituciones del Estado de Bienestar.

Sindicatos y ONG consideran que la reforma se realiza además de manera precipitada, urgente, sin debate público y hurtando la participación de los ciudadanos, y sólo satisface las demandas de los mercados frente a las de la sociedad.

Desde CCOO de Madrid, nos hacemos eco de estos acuerdos y hacemos un llamamiento al conjunto de los trabajadores y trabajadoras madrileños y a la ciudadanía en general para que asistan a las concentraciones y movilizaciones que se convoquen y de forma especial a participar activamente a la manifestación del próximo martes 6 de septiembre a las 19,00 horas desde Cibeles a la Puerta del Sol.

ESTADO DE LA EDUCACIÓN EN MADRID. CARTA DE LOS DOCENTES


Estimadas Familias:

Esta carta pretende informarles acerca de la situación actual de la Enseñanza Pública en la Comunidad de Madrid y con la intención de buscar su apoyo y su mayor implicación posible. Cuando menos, su apoyo moral y su comprensión hacia la cosa de la Enseñanza Pública (con mayúsculas) y hacia quienes la hacemos posible con lo mejor de nosotros.

Esto es un texto extenso. Si no tiene tiempo de leer todo, quédese al menos con el MENSAJE PRINCIPAL, que es el siguiente:

Se está recortando en la Educación de sus hijos. Los profesores nos estamos movilizando para defender nuestra dignidad como trabajadores y la calidad de la Educación que damos, y quiero pedirle que aporte su granito de arena o, cuando menos, comprenda la situación y apoye al profesorado.

No es habitual que los docentes seamos tan directos en cuestiones como éstas, pero creo que la gravedad de la situación lo merece. También quiero dejar claro que esta carta no pretende hablar de política sino de Educación pero, por desgracia, la primera influye fuertemente sobre la segunda. No obstante, trataré de limitarme a exponer datos objetivos dejando para ustedes la reflexión en los planos no puramente educativos.

¿Qué es lo que está pasando?

El 4 de julio de 2011, coincidiendo casualmente con el periodo estival y cuando los centros educativos están prácticamente vacíos y, por tanto, sin forma de contacto directa con las familias, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha dictado unas instrucciones dirigidas a los Institutos Públicos (no concertados ni privados) de ESO, Bachillerato, Formación Profesional y otros, que suponen un recorte sangrante de plantilla. Un recorte difícil de cuantificar, pero la mayoría de los equipos directivos de los centros lo han calculado en torno al 15%, unos 3.000 profesores en total. Esto significa que un instituto medio perderá 10-12 profesores de distintas materias. Es una barbaridad que ya se suma a otro recorte similar producido en el curso anterior y por el cual la plantilla general de docentes ya se redujo en más de 2.000 compañeros.

EN LA ESO Y EN EL BACHILLERATO el recorte se traducirá en:

· Eliminación de desdobles de Lengua, Matemáticas y otras materias.
· Desaparición de grupos reducidos de Inglés.
· Reducción del número y calidad de las optativas.
· Cierre de la biblioteca y de otros servicios.
· Peor funcionamiento de los medios técnicos, informática, audiovisuales…
· Reducción de las guardias de patio y de aulas. Sus hijos estarán menos vigilados (o no vigilados) en el recreo y ante la circunstancia de bajas por enfermedad, ya que dichas bajas se cubren tarde y mal.
· Reducción o eliminación de las actividades extraescolares.
· Aumento del número de alumnos por clase, superando en muchos casos los 30 alumnos por aula y en algunos niveles casi 40 alumnos por aula.
· Menor disponibilidad de los equipos de Orientación educativa/profesional.
· Reducción de la atención a alumnos con problemas de aprendizaje. Esto impacta directamente no solo sobre estos alumnos, que se quedan sin la atención más individualizada que necesitan, sino también sobre el resto, que inevitablemente verán lastrado su aprendizaje con un profesor que debe simultanear varias líneas de enseñanza: una con el grupo principal y otra por cada uno de los alumnos menos adelantados.

En la FORMACIÓN PROFESIONAL también tiene el mismo impacto, ya que esta se imparte en los mismos institutos que la ESO y el Bachillerato. En la FP se invirtieron muchos recursos para darle la dignidad que perdió y que merece. No hay que olvidar que Europa está insistiendo constantemente en la importancia de la FP. Pero estos recortes son un jarro de agua fría sobre un objetivo que poco a poco se va consiguiendo. Tienen, entre muchas otras, las siguientes implicaciones:

· Eliminación de ciclos de FP totalmente necesarios para regenerar el empleo y la tan mencionada productividad. La FP tiene que estar en los barrios y en los pueblos para llegar a todos. Se trata de una formación más local y cercana a las empresas y debe estar dispersa por el territorio.
· Masificación de alumnos en las aulas. Esto es especialmente grave en este nivel educativo en primer lugar porque el perfil del alumnado es en muchos casos uno que no ha triunfado en otros estudios más teóricos y que requiere una atención muy personalizada, y, en segundo lugar, por el carácter eminentemente práctico de la FP que requiere lo mismo.
· Dificultades para la autoformación de los profesores de FP, que son en gran medida autodidactas, al poder dedicar menos tiempo a esta tarea, mientras que en el ámbito de la FP la formación día a día es vital.

Por otro lado, también se ven afectadas las ESCUELAS OFICIALES DE IDIOMAS y las de ARTES PLÁSTICAS Y DISEÑO. Los recortes son brutales en todas las etapas educativas.

Además, en los centros de INFANTIL Y PRIMARIA ya se vienen arrastrando desde hace mucho tiempo problemas de masificación y falta de medios humanos que provocan un deterioro en la etapa Secundaria y siguientes. El deterioro es global y llega hasta el mercado laboral: si los niños no vienen con una buena base no se puede construir gran cosa sobre los conocimientos que traen.

Todas estas medidas ya están aprobadas de forma unilateral por parte de la Consejería (sin previa consulta o negociación con los centros ni con los mediadores sindicales), así que sólo cabe pedir que sean retiradas.

Esto se suma, además, a demasiados años de dejadez y abandono de los medios materiales, sistemas audiovisuales, salas de ordenadores, sistemas de calefacción, aire acondicionado (donde lo hay), internet…

¿Cuál es el motivo de los recortes?

El motivo que esgrime la Consejería es la necesidad de ahorro por la crisis. Pero:

En primer lugar, ahorro se lleva haciendo desde hace mucho tiempo por cuestiones como las enunciadas arriba. A este ahorro se suma, además, la bajada de sueldo conjunta de Gobierno Central y Autonómico.

En segundo lugar, paralelamente a estos recortes, valorados por la propia Consejera de Educación en 60 millones de euros, se están implantando ventajas fiscales para quienes estudian en centros privados que cuestan en torno a los 74 millones a la Comunidad, según datos publicados recientemente en la prensa de Madrid.

Por ello, parece que el motivo de los recortes en lo Público NO es el ahorro.

¿Y qué ocurre con las tutorías?

Otra de las instrucciones directas de la Comunidad de Madrid afecta gravemente a las tutorías. En un principio, la Consejería había decidido eliminar completamente la hora de tutoría con alumnos (no así en concertados ni privados, por supuesto). Después, ante la protesta del colectivo docente en pleno y las críticas de la opinión pública ante tamaño escándalo, dieron instrucciones de que en esas horas de tutoría los alumnos recibirían apoyo de Lengua, Matemáticas e Inglés. Han intentado enmendar esta chapuza mediante una orden que exige a los tutores realizar tutorías individualizadas con los alumnos, pero esto es algo que ya realizamos todos cuando es necesario, y de ningún modo sustituye a la tutoría grupal.

El perjuicio de cara a los alumnos es enorme. Con estas medidas, la labor tutorial queda completamente disminuida y no se podrán llevar a cabo algunas cuestiones de vital importancia en el desarrollo educativo y personal del alumno:

· Multitud de talleres que vienen realizándose todos los años sobre determinados temas transversales y educación en valores.
· Técnicas de estudio.
· Orientación académica y profesional.
· Interacción positiva de la clase y diagnóstico y solución de problemas.
· En general, la tutoría se convierte en un espacio de “ruegos y preguntas” muy necesario en los centros educativos.

Además, la supresión de la tutoría tampoco produce absolutamente ningún ahorro por lo que no somos pocos quienes pensamos que su motivación es evitar que puedan tratarse en clase temas que es necesario tratar. La tutoría lleva décadas así y funciona bien. Lo sabemos los profesores. No hay por qué cambiarla.

¿Qué son las horas de docencia directa?

La Consejería se ha dedicado a difamar datos sobre las horas de trabajo de los profesores en los que sólo habla de las horas de docencia directa, es decir, las horas que estamos físicamente delante de los alumnos. Sin embargo, hay muchas otras tareas igualmente importantes que es necesario realizar, y no solo la preparación de las clases sino muchas otras actividades complementarias que están perfectamente estipuladas por la legislación y en los horarios individuales de cada uno de nosotros.

No se dejen engañar. Esto es como si contáramos las horas que trabaja la Consejera de Educación en función del tiempo que está sentada en su escaño.

¿A quién afecta todo esto?
¿A quién afectan las medidas dictadas por la Consejería? Al menos:

· A los alumnos, que reciben una peor formación como estudiantes y como personas.
· A las familias, que verán cómo el tiempo de que disponemos los profesores para atenderles se reduce (­todavía más­ del que ya se redujo el curso pasado).
· A los profesores que actualmente conservan su trabajo, ya que, además de soportar una reducción previa de sueldo del 7%, soportan también un aumento en la carga de trabajo de más del 10%. En estas circunstancias no es posible trabajar con calidad en un ámbito en el que cada detalle cuenta.
· A los profesores que pierden su trabajo, que son, por ahora, los interinos. En realidad, esto supone una doble amoralidad, cuando menos: haber tenido trabajando como eventuales a miles de personas de forma continuada sin un contrato fijo y despedir ahora de golpe a 3.000 personas sin convocar un ERE (una cifra que hay que unir a la de los 2.200 despedidos el año pasado).
· A la sociedad, que pagará las consecuencias de la mala formación de los futuros trabajadores que deben levantar y mantener el país. El impacto de un curso desaprovechado se arrastra durante todos los estudios, igual que cuando un chico pincha en una asignatura un año en concreto y cuesta tanto recuperar el nivel en próximos años.

¿Qué va a hacer el profesorado al respecto?
Todo esto desmotiva y mina enormemente el ánimo de los profesores, que no dejamos de ser personas, y desvía nuestra atención y nuestros esfuerzos de lo que es importante de verdad, que no es otra cosa que educar y formar a sus hijos.

Nos estamos organizando para luchar contra estos despropósitos. Dadas las fechas, es muy difícil realizar acciones concretas. Una de las opciones que se baraja con más fuerza es la de la huelga indefinida a partir del 1 de septiembre o a partir del primer día de clase. Estoy seguro de poder decir en nombre de todos que sentimos sinceramente tener que recurrir a esta situación por los perjuicios que ocasionará pero lo creemos desgraciadamente necesario en el contexto actual. Estamos mirando a medio y largo plazo y luchando por el futuro de la Educación Pública y de nuestros alumnos. Esperamos que lo entiendan.

También luchamos, lógicamente, por nuestras condiciones como trabajadores pero por suerte o por desgracia la mayoría de nosotros se mueve en gran medida por vocación. Basta observar que la respuesta ante la situación actual no tiene nada que ver con la que se produjo ante la reducción de salario de un 7% de hace unos meses.

¿Y, ahora que lo sabe, qué va a hacer usted?

En esta situación ESPERAMOS CONTAR CON SU APOYO, y este es el principal objetivo de esta carta. Está en juego la educación de sus hijos, que están siendo ninguneados por la Consejería, con el agravante de que a los alumnos de la enseñanza concertada y privada no les afectan los recortes.

Los profesores necesitamos sentirnos apoyados por los padres y alumnos, verdaderos protagonistas del sistema educativo. Ante esta petición, por favor ignoren la imagen que puedan tener de los pocos profesores y maestros no válidos que puedan haberse encontrado. Tengan por seguro que en la Educación Pública de la Comunidad de Madrid, la enorme mayoría son profesionales implicados que se dejan la piel por los alumnos. Pero, así, en estas condiciones, nos ponen en una situación insostenible.

Estamos convencidos de que si estas movilizaciones tienen el apoyo de las familias la Consejería va a tener que rectificar en muy poco tiempo y se podrán reanudar las clases pronto. Es más, estoy seguro de que, una vez resuelta la situación muchos profesores lo daremos todo para recuperar el tiempo perdido. Yo el primero.

¿De qué forma concreta puede protestar?

Les animo a realizar por su propio interés, apoyen o no nuestras movilizaciones, la mayor cantidad posible de las siguientes acciones (¡o al menos una!):

· Pidan explicaciones a la Dirección de los institutos. Algunos han protestado enérgicamente. Otros, no tanto. Infórmense de qué ha hecho su instituto al respecto y pongan una queja allí mismo si no es suficiente.
· Pidan explicaciones e interpongan una reclamación por escrito en la Inspección Educativa. Todos los días hay un inspector de guardia con el que se puede hablar sin ningún problema ni implicación posterior. Están para atender a profesores, familias, etc. Los inspectores están en las Direcciones de Área Territoriales. Hay cinco: Norte, Sur, Este, Oeste y Capital. Infórmense de cuál es la que corresponde a su centro. Podrán encontrar fácilmente las direcciones y teléfonos en Google buscando “DAT Madrid Oeste”, por ejemplo.
· Pidan explicaciones y pongan una queja por escrito en la Consejería de Educación. También deben atenderles.
· Pidan explicaciones y pongan una queja por escrito en el 012, teléfono de la Comunidad de Madrid. Si tienen tarifa plana pueden llamar gratis al 915804260 –es lo mismo–. Marquen la opción 4: Educación.
· Pongan un escrito genérico quejándose de los aspectos que más les preocupen en cualquier “oficina de registro de la Comunidad de Madrid”. Busquen ese literal en Google: en el primer resultado de la búsqueda está el buscador de oficinas. En el segundo está el listado completo.
· Coordinen sus acciones con la AMPA. La del Blas de Otero, entre muchas otras, ya se está moviendo: ampaiesblasdeotero.wordpress.com

(*) Realizar las quejas por escrito es MUY importante, ya que lo verbal no consta en ningún sitio y se toma más a la ligera. No hace falta saber redactar como Cervantes: palabras llanas y claras son perfectas para hacerse entender. Pidan explicaciones y quéjense de la situación. Tienen todo el derecho del mundo y también el deber, si me lo permiten, ya que la Educación Pública es de todos: profesores, alumnos y familias.


Insisto: necesitamos su apoyo.

No dejen de quejarse por pensar que no vale de nada. Les aseguro que su participación es importantísima. Probablemente muchos de quienes reciban esta carta se preocupen por el asunto y empaticen con el profesorado. Eso ya es mucho. Pero si un pequeño porcentaje de las familias se presenta en la Consejería de Educación a pedir explicaciones, esta carta habrá triunfado. Formen parte de ese 1%, ó 10%, o, quién sabe, de esa mayoría que al menos pide explicaciones, y siéntanse orgullosos de haber puesto su granito de arena para el futuro de sus hijos.

Siéntanse libres de reenviar o fotocopiar esta carta a todas las familias interesadas en la Pública, de la guardería a la universidad. Es más, háganlo por favor.

Para información y noticias, googleen “recortes huelga educación madrid”.

Para terminar, quiero darles las gracias por tomarse el tiempo de leer este escrito y reitero mi malestar por las molestias que las movilizaciones puedan ocasionarles. Espero que entiendan su necesidad y se unan para que las movilizaciones tengan la menor duración posible y se restablezca el necesario ambiente de aprendizaje.

Reciban un afectuoso saludo de los profesores de la enseñanza pública de la comunidad de Madrid.